Manolo Preciado

En el fútbol se encuentran grandes egos, muchos creídos y pocos humildes que solo deseen disfrutar del juego. Afortunadamente hay personajes que se han ganado el respeto y el cariño de los aficionados, personajes que humanizan lo que es el fútbol, al fin y al cabo, un juego. De entre todas estas personas destacaba él: Manolo Preciado. Hombre al que la vida lo golpeo varias veces, pero él no bajó los brazos, hizo del fútbol una manera de hacerse fuerte, un motivo para crecer y superar sus penas. Vivió las victorias con humildad y las derrotas con entereza. No habrá conseguido grandes títulos reconocidos mundialmente, ni habrá aparecido en miles de portadas de periódicos pero, al final, todo se reduce a sentirse querido y, él, el cariño y el respeto de la gente se lo ganó; un título queda en una vitrina y se llena de polvo, pero el recuerdo de éste hombre no se borra. De un día para otro se nos ha ido un grande del fútbol y aun mejor persona, injusticias de la vida. Siempre se van los mejores, descansa en paz Manolo Preciado.